miércoles, 8 de abril de 2009

TENGAMOS MEMORIA.


MEMORIA, LA PERDIMOS HACE MUCHO.
"COMO DICE DOLINA SOMOS LOS UNICOS QUE TROPEZAMOS DOS PIEDRAS DE LA MISMA VEZ y con el mismo pie."!

Frente a la muerte, parece que todos los grises se diluyen y todo pasa a ser blanco o negro. Y reclamar derechos humanos por delincuentes asesinados es perverso, o cuestionar cosas de muertos honorables es casi criminal.
Murió Alfonsín, y se empiezan a escuchar todo tipo de elogios: de los sensatos, los verdaderos, los exagerados y los falsos de toda falsedad. El que más se escucha es el de “padre de la democracia”. Y no se escuchan comentarios críticos, casi como si hacerlo fuera un atentado a la misma democracia. Y personalmente quisiera decir algo.
No lo voté a Alfonsín, y me angustié cuando ganó. Toda mi vida creí y sigo creyendo que los radicales hablan bien, son honestos, pero no sirven para gobernar. Y no es lo mismo ser honesto que ser ejecutivo. Esto no me transforma en abanderado del “roban, pero hacen”, aunque ese dicho algo indica, y no me hago eco, porque los funcionarios están para servir al pueblo y no para servirse de él.

Pero debo decir que “padre de la democracia” me parece excesivo ¡y falso! La democracia fue engendrada por una larga lista de cosas: desde errores abominables de la dictadura (desde lo económico a la guerra de Malvinas), el genocidio, que traspasó las fronteras, la lucha externa e interna por los derechos humanos e incluso las luchas sindicales, políticas y sociales (la huelga del 30 de marzo de 1982, la multipartidaria, “las urnas están bien guardadas”, etc.). Todo esto podría resumirse en decir “la gente”, “el pueblo” o como se prefiera, ellos son los padres de la democracia. Democracia, es solo una forma de elegir gobierno. Se puede vivir bien, con justicia, educación y moral en otras formas de gobierno, como la Monarquía, El gobierno Parlamentario, etc. Ahora con solo votar y en forma obligada, no hacemos democracia si no favorecemos la corrupción de los políticos de turno y sus secuaces en el poder.
Sin duda alguna, Alfonsín participó en la recuperación de la democracia, pero en un primer momento la multipartidaria –conformada por el PJ (Bittel), UCR (Alfonsín, Contín), PDC (Auyero, Cerro), PI (Alende) y el MID (Frigerio, Frondizi) y la CGT Brasil (Ubaldini)– tuvo una activísima participación en dicha recuperación. Cuando ya la democracia era inminente, Alfonsín rompió la multipartidaria, porque parecía que no servía a su proyecto político, como lo fue también la denuncia nunca comprobada del pacto militar-sindical. Mi padre Rodolfo O.Martinez, lo adviertío y lo trataron despectivamente por ser amigo de Frondizi.

Muchos afirmarán hoy que fue lo mejor que nos podía pasar, ya que Don Italo Argentino Luder no garantizaba la vigencia de los derechos humanos (había hablado de la imposibilidad de derogar la auto amnistía militar). Es probable, aunque nunca podríamos saberlo sin entrar en política-ficción. Y además era por lo menos igual de honesto que Alfonsín. Para mi era mejor la propuesta de Luder, porque no se puede vivir del odio y el rencor toda la vida.

Simbólicamente, su decisión de asumir el 10 de diciembre, día de los derechos humanos, fue impecable. E índice de lo que vendría. El juicio a las juntas militares fue un paso importante, aunque muchos creemos que no se quería pasar de allí (¿por qué el general Harguindeguy no entró en ese juicio?, ¿deudas de ex compañeros de liceo militar?). Las leyes de obediencia debida y punto final parecen demostrarlo.
El enfrentamiento a un mismo tiempo a los militares, a los poderes económicos, a los sindicatos, la Iglesia, los organismos de crédito parece una insensatez política. Los resultados parecen demostrarlo: un sindicalista terminó ministro de Trabajo, el Plan Austral y el Plan Primavera, la “tablita”, los créditos del FMI, las leyes de impunidad... El poder se fue licuando a cada momento, lo que no impedía que surgieran cosas importantes: la paz con Chile y el nacimiento del Mercosur fueron emblemas de esto, pero no por hobra de Alfonsín si no que sucedieron en su gobierno, que no es lo mismo. Pero también sucedieron cosas terribles, como lo fue la hiperinflación, lamentablemente. El default, el abandono anticipado del poder, y la corrupción de nefastos personajes que o rodeaban y que hoy parecen que su muerte los hizo resucitar.

También fue el Mentor con Menem, del nefasto Pacto de Olivos. ¿Que en el “Pacto” logró cosas interesantes como el Consejo de la Magistratura y la incorporación de los tratados internacionales a la Constitución? No hay dudas. Y también logró el tercer senador para que el radicalismo, en vías de extinción no desapareciera, pero a su vez convirtió a la nación en un solo distrito electoral, con lo cual le sacó el poco federalismo que quedaba y ahora con los votos del “Ignorante y miserable cono urbano” al que se compra con dádivas y planes trabajar, se gana una elección. Eso también se lo debemos a Alfonsín

Se afirma que fue un demócrata. ¡Creo que es indudable que lo fue! Que fue honesto, ¡no lo dudo! Una persona de convicciones... Personalmente estoy de acuerdo con eso. Y También testarudo y un poco volátil. Pero no me basta: eso no lo transforma, para mi gusto, en un ejemplo, o un prócer. Ver muchos Infra políticos junto al féretro en estas horas me revuelve las “tripas políticas” .Es como volver al pasado. Retroceder no solo en el contexto de las naciones, sino en la historia.

Parece que la muerte nos transforma a todos en ángeles o demonios, ( en realidad ambos son lo mismo- o Lucifer no era un ángel) y este momento tan duro parece que “ensucia” la muerte de personas como Alfonsín si se dicen palabras críticas a su persona. Es como en el futbol, no podemos hablar de la desastrosa derrota ante Bolivia para no ofender al Diego. Que ni siquiera es técnico de carrera y dirige la selección sin ninguna experiencia solo porque “produce dinero”.
Murió una persona honesta, un político de raza (con sus virtudes y defectos políticos), un presidente elegido en una elección como cualesquier otro, que sucedió a una dictadura militar, pero que huyó por incapaz y no fue derrocado por ningún golpe militar. Hasta ahí bien, pero mi memoria y mi conciencia no aceptan que nadie me diga que era “el padre de la democracia”, porque no lo era, no lo reconozco como “mi padre”, y quiero una democracia mucho mejor que la que él nos dejó: una democracia con la que de verdad “se coma, se eduque y se trabaje”. Una democracia con trabajo, educación, relaciones internacionales, moneda fuerte, sin corrupción, con menos estado improductivo y más fuentes de trabajo. Sin Planes trabajar, sin jueces corruptos y con seguridad individual y social. Un país donde se pueda vivir sin miedos, sin rejas y sin alarmas. Esa es la democracia que deseo para la Argentina. Y Aprovecho para terminar. No podemos bajo ningún concepto permitir que los " K" se perpetúen en el poder.
Debemos realizar todos los sacrificios posibles para derrocarlos estrepitosamente en las urnas en Junio; y por favor, esta vez y por todas que se vayan todos.!!!!!

http://www.jordiweb.com.ar/ Con la aprobación del Dr. Jorge Osvaldo Martínez Becerro

0 comentarios:

Publicar un comentario